A fines de 2020, el desempleo, la cuarentena, el sobreprecio de los alimentos y la inflación empujaron a más de 7 millones y medio de argentinos a la pobreza, entre ellos más de 2 millones pasaron a ser indigentes. Así, la pobreza ya alcanzó a 19 millones de personas en nuestro país.
En 2015, CFK entregó un país con una pobreza estructural del 25%; en 2019, durante el gobierno de Macri ya se había elevado al 35.5% y hoy los números muestran algo más alarmante, un 42% de nuestro pueblo es pobre.
La canasta básica que ronda los 60 mil pesos, se torna cada vez más inalcanzable tanto para una familia tipo con dos salarios mínimos, como para los trabajadores informales; lo mismo sufren nuestros jubilados, el valor de su canasta triplica el haber mínimo. Mientras que más de la mitad de los menores de 15 años está en la pobreza, precisamente un 57%.
“Es tiempo de que la política sintonice con los problemas de la gente y no con su propia agenda. Necesitamos un plan de gobierno que nos saque de este agujero que se profundiza año a año, con empleo genuino, desarrollo de la industria y del comercio, una Argentina de trabajo y desarrollo”, expresó Sergio Abrevaya.
Por su parte, Margarita Stolbizer manifestó: “Sin plan económico y una política antiinflacionaria no es posible reducir la pobreza. Hay que salir de la mera observación de la estadística para poner rostro humano en la pobreza en cada hogar, cada niña, niño o jubilado que han caído en el listado de nuevos pobres por no poder acceder a un piso nutricional”.
Presidenta, Margarita Stolbizer
Secretario General, Sergio Abrevaya