A 70 AÑOS DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y A 35 AÑOS DE LA RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA EN NUESTRO PAÍS.

10/12/2018

Cada 10 de diciembre, desde 1950, conmemoramos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que este año cumple 70 años de su establecimiento por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Es imposible menoscabar la importancia de este documento que – después de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial – estableció en su primer y definitorio Artículo que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”.

La Declaración Universal no sólo ha servido como fundamento de innumerables leyes de muchos países del mundo, sino que, como en nuestro caso, ella misma es parte de la estructura legislativa a través del reconocimiento constitucional de los Tratados Internacionales con mayor jerarquía que las leyes nacionales. Es decir, como guía orientadora y marco en el cual debe legislarse.

En nuestro país, asimismo – y no de manera casual – conmemoramos también el Día de la Recuperación de la Democracia después de la peor dictadura – en todos los aspectos posibles – que nos ha tocado vivir como argentinos.

Hace 35 años asumía la Presidencia de la Nación Raúl Alfonsín, que representaba la voluntad de toda una sociedad decidida a adoptar el sistema democrático y republicano como forma de vida; y como forma de resolver los problemas presentes y futuros, aunque a veces parezca que fallamos en la incorporación definitiva de valores como la tolerancia y el respeto por el otro. Y aunque algunos pretendan, demagógicamente, sacar provecho de esas fallas, estamos convencidos que debemos persistir en ese camino porque implica, precisamente, la mejor forma de defensa irrestricta de todos los Derechos Humanos de mujeres y hombres de nuestro país.

La Declaración nos hace más fuertes a todos y los principios que recoge son tan relevantes en la actualidad como lo fueron en 1948. Para el GEN la defensa de la igualdad ante la ley, la equidad, la justicia y la dignidad humanas son parte esencial de su fundamento como partido.

Por esa razón, convocamos a luchar por nuestros propios derechos y por los del prójimo. En nuestra vida cotidiana, podemos tomar medidas y participar para defender aquellos derechos que nos protegen a todos y así fomentar la unión de todos los seres humanos y en especial, la de nuestros conciudadanos.