La inflación pesa cada día más en los bolsillos de la gente. Según el último dato del INDEC, en marzo fue del 7,7% para alcanzar un 104,3% interanual. Lo alarmante es saber que esas cifras son inferiores a las que vive la población y que el gobierno Nacional siga culpando a factores externos en vez de asumir su responsabilidad.
Es necesario, y no nos vamos a cansar de repetirlo, que el gobierno tome nota de que las medidas que usa no funcionan y es hora de pensar de otra manera si realmente quieren combatir el problema. no dan resultado positivo a tomar en serio este problema. ¿Será que no se lo toman en serio?
Aunque nos quieran vender realidades de fantasía, sabemos bien que la situación no se tolera más. La gente necesita certidumbre y estabilidad. Lejos está el gobierno de garantizarlas.
Las cifras expresadas por el Indec miden productos que no todo el mundo consume.
El Laboratorio de Políticas Públicas del GEN, que hace su propia medición, da cuenta de una suba inflacionaria del 9% en alimentos en la segunda quincena de marzo.
En ese lapso, por ejemplo, el tomate aumentó 64,84%; el pollo entero, 32,15%; la lechuga criolla, 22,01%; y el asado, 19,04%. Son solo algunos ejemplos que ponen de manifiesto que la inflación que sufren todos, la de los alimentos, es mucho mayor que el número que difunde el INDEC.
Así las cosas, el único del gobierno Nacional es un país que está cerca de tener la mitad de su población en la línea de pobreza y sin perspectiva de progreso.